A continuación, el primer relato de mi antología "Compendio de Mundos":
Un Final de Héroes
El día era cálido y primaveral, agradable a los sentidos,
lleno de vida. Volvía a casa tras una dura jornada universitaria, pero por fin
iba a poder descansar. Abandoné el tumulto de la calle principal para
internarme en las calles poco transitadas, y menos recomendables, que conducían
a mi piso. Hasta ahora nunca había tenido problema alguno, y esperaba que eso
no cambiase. Me quedaban apenas unos meses para graduarme, y me reconfortaba el
pensamiento de volver pronto a mi ciudad natal. Andaba cavilando sobre ello cuando
oí jaleo proveniente de un callejón cercano. Me asomé y quedé horrorizado. Tres
hombres estaban forzando a una muchacha. Tenía las ropas desgarradas y se
debatía inútilmente, mientras era sujetada por dos de ellos. El tercero tenía
los pantalones bajados, y se disponía a agacharse sobre ella. Sin pensarlo,
entré en el callejón dando voces, consiguiendo que se sobresaltasen y soltasen
a la joven. Esta se incorporó rápidamente y, antes de que ninguno pudiese
reaccionar, echó a correr como si la vida le fuera en ello. Pude ver lágrimas
recorriendo sus mejillas y alivio reflejado en sus ojos. Entonces un puño se
estrelló contra mi cara. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas mientras recibía
golpes por todos lados. En los ojos de mis agresores se leía rabia por haber
perdido a su presa. Por encima del dolor, ese pensamiento hizo que mis labios
se curvasen en una sonrisa. Una sensación fría atravesó mi abdomen, seguida del
manar de un cálido torrente. Supe que me habían apuñalado. Me derrumbé mientras
me apretaba la herida. El día se volvía frío, a pesar de ser primavera; mis
sentidos, ya entumecidos, apenas percibían nada; la vida se escapaba entre mis
dedos. Mis sueños estaban truncados, mis esperanzas evaporadas… ¿y qué fue lo
que conseguí? Un final de héroes.
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